Uno de los problemas más graves derivados del uso diario de las redes sociales es que pueden llegar a crear adicción, también, cada vez es más frecuente encontrar casos de ciberacoso o ciberbullying, que para Arab y Díaz (2015) engloba todas las formas en que las nuevas tecnologías son utilizadas para ejercer violencia virtual sobre otras personas. Asimismo, otro riesgo frecuente es que la información que proporcionan en las redes (fotos, vídeos,...) no desaparece y puede crearles problemas en el futuro.
Por todo ello, es importante enseñar a los más jóvenes cómo utilizar las redes sociales y para qué utilizarlas, ya que, muchos de estos, sobre todo, los más pequeños, no han recibido esta formación y desconocen los verdaderos problemas que pueden surgir por el mal uso de las redes sociales o de las tecnologías en general. Como afirma Tejada, Castaño y Romero (2019) los jóvenes suelen aprender por medio del ensayo y error.
En la actualidad, las tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) están presentes en casi todos los ámbitos de la vida pública y privada de nuestra sociedad. Hace solo algunas décadas era impensable contar con tecnologías que estuvieran al alcance de la mayoría de la población, pero hoy en día, el 91% de los adultos en el mundo tienen, por ejemplo, un teléfono móvil inteligente (Smartphone) que les permite estar en contacto con cualquier persona, en cualquier momento y lugar .
Esta revolución tecnológica ha conseguido cambiar la sociedad de tal manera que las diferencias entre generaciones parecen ser mayores que nunca. De hecho, las generaciones nacidas en el siglo XXI (que son consideradas como nativos digitales porque han crecido con el uso de tecnologías táctiles y videojuegos colaborativos y redes sociales) estudian, trabajan y se relacionan de forma diferente a las generaciones anteriores.
El incremento de estas redes y su uso cada vez mayor, sobre todo, entre los más jóvenes, constituye un rasgo que define a la sociedad actual. El objetivo de este trabajo de investigación es analizar el uso de las redes sociales y de los videojuegos en preadolescentes de 11 y 12 años. Algunos de los resultados encontrados indican que la edad de inicio en el uso de las redes sociales es cada vez menor, especialmente entre las preadolescentes, que, además, son las que más tiempo le dedican. También se observan diferencias por sexo en el tipo preferido de videojuegos.
Por otro lado, para los adolescentes de estas edades la adicción es el principal problema que puede derivarse de un uso excesivo de dispositivos electrónicos y, aunque, a la mayoría de ellos se les impone limitaciones a la hora de utilizarlos en sus hogares, es fundamental que los centros educativos también informen a sus alumnos sobre los peligros del mal uso de las redes sociales.
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